quinta-feira, 6 de fevereiro de 2014

PALABRA PASTORAL – Los tiempos en que prefieren escuchar mentiras (II Timoteo 4: 3-4)


Mis hermanos y mis hermanas me gustaría meditar con ustedes hoy una vez más en este asunto, porque siento que cada día serias iglesias, Iglesias de histórico y estos   iglesias están perdiendo terreno a los movimientos que se presentan con aspecto y nombre de la iglesia, están arrebatando multitudes e incluso los miembros de nuestras comunidades. La predicación del punto de vista bíblico/teológico no tiene nada. Sólo lea los versículos aislados que les convenga, totalmente fuera de contexto bíblico. Algunas de las afirmaciones que dicen están alcanzando al borde del ridículo. La salvación en Cristo y la vida eterna ya no son pistas y cedió las promesas de prosperidad financiera, fama, lugares prominentes en la sociedad. Los que me asusta, porque al mirar la Palabra de Dios en serio veo exactamente lo contrario de todo esto. Veo a Jesús diciendo: "no acumuléis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corroen y donde los ladrones cavan y roban. Pero acumuléis tesoro en el cielo donde la polilla y el orín no corroen y los ladrones no cavan o roban. Porque donde tu tesoro está habrá su corazón". Misericordia mi Dios! "Buscan primero el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas serán añadidas a ti". ¿Pero lo que estamos viendo hoy siendo predicada en las iglesias? De hecho la búsqueda de la conquista de todo esto. Ser evangélico significa hoy en día listos ser rico. No descontaré esa posibilidad. Si podemos conseguir ser ricos sirviendo al señor. De hecho, él en el tiempo. Pero el principio es el mismo. Acumulando tesoros en el cielo y el Reino de Dios se busca en primer lugar. Entonces sí. Si los que  hacen así las riquezas provenían de Dios. Los ojos de las personas necesitan ser dirigidos hacia la salvación. Todo en este mundo pasa. Y entonces ¿qué queda? ¿Cuáles son las riquezas materiales? Yo creo Dios puede y quiere dar a las riquezas para sus siervos y siervas. Pero siempre debe estar en primer lugar lo  Reino de él. Debemos predicar y esperar la salvación eterna. Parece que predicar acerca de la salvación está fuera de moda. Ya no son los estudios  sobre  Soteriología (doctrina de salvación) y si acerca de cómo hacerse rico. Tener fe en la actualidad es sinónimo de tener riqueza y aquellos que no tienen riqueza es porque no tienen fe. La gente se les enseña a desarrollar su fe en esta línea. Con eso las iglesias que no predicara en esa dirección están con muy dificultad para atraer a la gente. La gente prefiere escuchar y creer más en las mentiras donde los predicadores predicados en la televisión no se evalúan cara a cara y no pueden ser cuestionados incluso personalmente, como son virtuales, oyes a vuestros pastores que están aquí. Cara a cara. Puede tocar y ser tocado. Están predicando la salvación en Cristo como el primer gran objetivo. El resto llega como consecuencia de esto. Estas iglesias no consiguen llenar sus templos y luchan con muchas dificultades. Porque  no es para escuchar acerca de la salvación que viene gente a megas iglesias hoy en día, van allí escuchar que sus compañías prosperarán será capaz de pagar todas sus deudas, comprar, sitios, Fincas, casas, apartamentos, coches de lujo. Pero es impresionante cómo buscan a oír. Sentir comezón en los oídos. Huyendo de donde están predicando la verdad para ir detrás de estas fábulas. Aquí transcribimos el texto bíblico base  en la Biblia versión de hoy. "Porque vendrá un tiempo cuando la gente no va a prestar atención a la verdadera enseñanza pero seguirá sus propios deseos. Y se organizará un montón de maestros, que les dirán lo que quieren oír. Y esa gente ya no se escuchará la verdad para dar atención a las leyendas ". (II Tim 4:3 y 4) Comparar con las versiones más tradicionales. Lo que pasa es esto. Por eso serias iglesias están vacías. Pero yo creo en el milagro divino. Creo que el Espíritu Santo puede abrir la comprensión de muchas almas. Sabrán lo que deben oír y lo qué deben creer. Amén

Reverendo Jesué Francisco da Silva.

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