quinta-feira, 20 de outubro de 2016

PALABRA PASTORAL: AUNQUE... (SALMO 23:4; Habacuque, 3:17 -18.)

















 




Mis hermanos y mis hermanas me gustaría reflexionar con usted hoy sobre este "... aunque" de la palabra de Dios. Muchas veces nos debemos preguntar: ¿será que soy aunque...? Para leer los textos decidí pop la pregunta a mi esposa. ¿Antes de responder me dio la cuestión: sería el mismo? Tuve no cabe la menor duda en su respuesta que estoy muy lejos de los textos bíblicos en ese sentido. ¡Por desgracia! ¿Pero va a ser que estaríamos donde estamos si nos falta algo? O ¿iniciar murmurando? Estoy seguro de que sería iniciar murmurando. Quiénes somos. Todo 's bien que nada le falta. Pero cuando todo... Hay otra cosa. El salmista dice: aunque ande en Valle de sombra de muerte, no temeré ningún mal porque tú estás conmigo donde quiera vaya. Valle de sombra de muerte significa situación muy difícil y amenazador. ¿Cómo nos comportamos en eso? ¿Cuando las cosas no son color de rosa? ¿Por el contrario son desalentadores? ¿Dónde estamos? Generalmente alabamos a Dios. Si esto es normal. Pero ¿en qué circunstancias? ¿Cuando no echamos de menos algo? ¿Es la alabanza que Dios espera de cada uno de nosotros que profesan su nombre? ¿En ese lugar vamos a alabar al Señor? ¿Cuáles son los valles? ¿Frío o de miedo? Según la palabra del salmista, lo importante es que sabemos que el Señor está con nosotros. Hermanos y hermanas que deberían ser suficiente para estar seguro y seguro. ¿Pero como nos sentimos cuando estamos en el valle de sombra de muerte? No me cabe duda que en general nos estaban aterrorizados. Miedo y la alabanza el Señor desaparece de nuestra alma. Sé cantar en épocas cúlticos y alaba a las iglesia y otras reuniones. ¿Pero me pregunto: que vivimos en nuestra vida práctica? Así que destaco las palabras del salmista, "aunque..." Dios quiere que continuemos confiando en él aunque... Todo puede desmoronarse a tu alrededor. Vamos a seguir firme. Vivo un momento en mi vida cuando todo es incierto e inseguro. Así lo dice el Salmo 125. Seremos como el Monte de Sión. Firme para siempre. No hay ninguna esperanza de un buen salario, por lo menos lo suficiente para una vida digna después de 40 años de ministerio pastoral sin nunca traicionar mi iglesia m es lo que está pasando a mí ahora. Nunca he perdido a incluso un Consejo Regional y traté de hacer lo mejor que pude. Sin embargo sólo porque completé 70 años de edad, incluso si está fuerte y dispuesto a trabajar la exención de la iglesia institucional de la vida pastoral activa por colocarme en una situación difícil. Muy difícil. Nadie trabajaría en una empresa cualquiera en este mundo secular y después de tantos años se retiró de esta manera. Pero el ministro Metodista y me hablan para mí, es como soy? ¿Mantener alabanza a mi Dios? De cualquier manera. Todavía falta mi corazón sigue alabando al Señor. Sé que él está conmigo igual que durante todos estos años. Él me honrará. ¡Aleluya! He luchado por el reconocimiento por la iglesia. Por lo que veo de la inflexible desde un punto de vista institucional la iglesia. Pero si la iglesia no cambia ni Dios. Él fue conmigo que protegerá hasta el final incluso pasando por el valle de sombra de muerte.
Pero más allá de la palabra del salmista: tenemos las palabras del profeta Habacuc en el final del Antiguo Testamento. Puede volver a leer el texto. A pesar de... Cotizaremos lo que podía faltar. En Resumen: todo. Puede perder todo. Sin embargo me alegraré en Dios. Me regocijaré en el Dios de mi salvación. Es este Dios que sirvo todo este tiempo. Es por eso estoy todavía regocijándose en él. Sirve en la Iglesia Metodista, pero no sirve a la Iglesia Metodista pero Dios. Para que nosotros lo es necesario que nuestros ojos en Dios y no en las circunstancias. Es necesario que sepamos que nuestra justicia viene de Dios. Sus ojos están sobre nosotros. Nadie ni nada puede dañarnos. Ver Romanos 8, versículo 31. Reflejan mucho.
Para alabar al Señor las cosas no es necesario la forma que esperábamos que fueran. Es necesario que él (Dios) está en el foco de nuestra visión. Lo siento sobre mí otra vez. Ya he dicho tengo miedo y estoy muy lejos de los textos bíblicos hoy. Pero yo estoy siendo probado. Espero que Dios me dé fuerza para que al final de esta prueba está aprobado. Hago este llamamiento a usted mi hermano y mi hermana: aunque... No escuchar nuestras peticiones, ruegos y súplicas. Dios es quien está en control de nuestras vidas. Confiar en él y descansar en sus poderosas manos. No se olvide: aunque... Experimentar esta situación. Amén.
Reverendo Jesuél Francisco da Silva






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