sexta-feira, 28 de outubro de 2016

PALABRA PASTORAL: DESCANSANDO en DIOS (Salmos. 37:7)





Mis hermanos y mis hermanas hoy quisiera reflexionar con estudes sobre cansancio y donde podemos descansar. Primero vamos a hablar un poco del cansancio. ¿Cuál sería el cansancio? Diríamos que es un estado de saturación en la que muchas veces nos encontramos después

 de que estamos sometidos a grandes esfuerzos. Nuestro cuerpo llega a un punto donde no pueden soportar más. Nos fueron transbordadas, súper cargado o lleno de algo. Podemos decir que la fatiga es igual a la de agotamiento. Todos sabemos lo que significa ser agotado. Fatiga es, ya agotadas. El cansancio existe en varios niveles o en diferentes modos y sectores en nuestras vidas. Tenemos el agotamiento físico que es el estado de agotamiento físico. O sea: Nuestro cuerpo se puede sobre cargar.
Queremos caminar, pero nuestras piernas no soportan más. Tenemos calambres, dolor, etc. y es la secuencia de nuestro caminar. Los pasos son cada vez más cortos y, si insistimos que vendrá un tiempo cuando nos podemos hasta incluso venir por tierra. Podemos llegar a la planta. No, ya no. También hay cansancio mental. Esto es más complicado. Está en nuestras mentes que también pueden ser más cargados y agotados. Pero qué tipo de fatiga no puede eliminarse sólo con una ducha y unas horas de sueño. El físico sí. Pero la salud mental no. El proceso puede incluso tener el mismo nombre. Por ejemplo, relajación. En los dos casos citados es necesario ejercicio de la relajación para lograr el resto. El cuerpo necesita relajarse físicamente. ¿Y en la mente? Demasiado. Sólo la mente que la relajación es más difícil, porque es más compleja y profunda fatiga mental. También requiere un ejercicio de la mente o la mente. Este cansancio no pasa con una ducha y a pocas horas de sueño. Por el contrario, dormir en muchos casos no es posible. Y si empujamos sin buscar descanso podría incluso débil. El agotamiento mental es peligroso y puede lavar el desequilibrio y la descompensación comprometer. Obviamente que trae consecuencias para el cuerpo. Somos seres integrales. Cosas están cooperando en nosotros.

Para todos los tipos de cansancio es necesario el descanso. Pero de la parte hogar en muchos casos, el tratamiento. Los dos tipos de fatiga que causan lesiones y estas lesiones deben ser tratados. No basta con sólo eliminar los síntomas pero que después lo hacemos, tratamos las lesiones que estaban en nosotros. Tanto en cuerpo como en mente. Pero no estamos solo alma de cuerpo (mente). También somos espíritu. ¿Y ahora? ¿El espíritu también se cansa? Creo que sí. Leí un libro titulado una vez: descomposición espiritual. En  ese libro el autor dijo que podemos llegar al punto que quemamos toda nuestra energía espiritual. Sin duda ese cansancio es peor que el físico y el mental. En las cosas espirituales son aún más complicado y no hay nadie quien puede penetrar en este campo a menos que Dios, cuando lo permitimos. Pero yo diría que en ser seres integrales el espiritu también causa daño de fatiga en otras áreas de nuestras vidas.
Así llamada del salmista a descansar en Dios. Dios conoce todas las áreas de nuestras vidas y puede restaurar completamente. En Mat. 11:28-29 Jesús hace una invitación a todos los que si se siente cansado y con exceso de trabajo. Él dice para todos ellos. Quien venga a mi encontrará descanso para vuestras almas. Sea cual sea el tipo de fatiga tenemos el descanso en Cristo. El resto de la palabra significa eliminación de cansancio. No tiene que preocuparse acerca de las cosas que llevó a un agotamiento en cualquier nivel es. El importante es buscar descanso en Dios.
¿Es usted cansado mi hermano? ¿Estás cansado? Bueno cuando es físicamente ya sabes qué hacer. Pero si es mental o espiritual Dios solamente  es la solución. Buscar el descanso en Dios. Obtener en él. Regazo de Dios y el resto quedamos felices. Lo bendecido y bendecida  siendo personas sin sobrecargas descansando para siempre en Dios. Amén.
Reverendo Jesué Francisco da Silva

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