Queridos hermanos
y hermanas hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre el tema por encima en
la luz de la palabra de Dios. Sin entrar en debates teológicos y, por otro lado
no usar los textos como pretextos para pensar en ellos. Normalmente tenemos en
muchos casos incluso prejuicios ahora en relación con la gente joven, a veces
en relación con la edad. A veces pensamos que los jóvenes no sirven porque no
tienen experiencia, pero también encontramos que los ancianos no sirven porque
has perdido su capacidad física y cognitiva. Es bueno decir que en ambos casos
podemos estar equivocados. Yo creo que cuando evaluamos la capacidad de una
persona por su edad cronológica no podemos dejarnos llevar por subjetividad y
mucho menos para aspectos que consideramos ser correcto porque puede no ser los
correctos. Así que la forma correcta es una evaluación de cada persona porque
cada uno es cada uno y todos nosotros sabemos que la gente por muchas razones,
no son iguales. Pero lo que ves son las evaluaciones subjetivas y superficiales
y, en este caso a especialmente el viejo. Creemos que cada persona llega a
cierta edad no sirven más simplemente por edad sin analizar la capacidad física
y cognitiva de esta persona. No pongamos sobre la mesa y creemos que, él o ella
es así o asado debido a su edad. Es posible que nos equivoquemos, porque otros
factores pueden estar en el jusgamos o incluso algo que no tiene nada que ver
con la otra. Vamos a ver la edad de Abram cuando llamado por Dios. Setenta y
cinco años. Él no A
argumentó su
edad y mucho menos Dios observó eso para llamarlo. Algo importante y digno de
mención es que ni siquiera a esa edad cuando llamando a Abram Dios hace
promesas diciendo entre otras cosas y que sería el padre de una gran nación. Y
todo se cumplió totalmente. Otra cosa interesante es la historia de Moses y su
hermano Aarón. Moses fue ochenta años y Arón ochenta y tres años de edad cuando
fueron llamados a liberar al pueblo de la esclavitud en Egipto. ¿Por qué es
eso? Porque Dios no mira según nuestros criterios de valores tan limitados y a
menudo encuentran tan absoluta y decisiva. Dios necesita la experiencia de los
viejos para conducir a su pueblo. Sin embargo hoy en día vivemos en un mundo
donde todo es desechable tiene listo para renuncian a sus pastores a sesenta y
cinco años de edad para entregar espacios para la juventud de la iglesia. Me
gustaría decirte algo importante, fui a Seminario de preparación para el
ministerio pastoral. En los campos que he aprendido que la vieja experiencia
cuando se combina con la fuerza de los jóvenes se convierte en una potencia
inigualable. ¿Y como lo he aprendido? Ahora, viendo y aprendiendo a domar
bueyes. Si ponemos un torniquete por su cuenta en el arado o el carro el nuevo
latía todo el día salta todo el día. Pero entonces si se colocar en un lado del
yugo de un buey bastante viejo y el otro el garrote. Mientras que el garrote
saltó el viejo buey parecía tranquilo y lo sujetaba. Al día siguiente el
garrote menos saltó y fue pronto como manso como el viejo. ¿Qué fue eso? Vieja
experiencia controlando la impetuosidad de la juventud. No hay ninguna
necesidad de tener ideas preconcebidas. Dios necesita a ambos. En la iglesia
siempre debemos observar este principio. Pablo ya estaba viejo y tiene confianza
en el joven Timothy y no permitió que el mismo había despreciado su juventud.
¿Qué prejuicios? Esto conduce a la iglesia a perder mucho. Uso de la fuerza
joven hermosa sin renunciar a la experiencia de nuestro viejo y vamos a ver
cómo crece la iglesia de Cristo. Hoy me consideran viejo. Pero yo era joven y
me doy cuenta que mi ministerio no está disminuido en absoluto. Al contrario ha
crecido mucho. Casi todo y en todas las cosas yo tengo un poco de experiencia.
La Biblia no muestra un Dios que hace esa distinción. Muestra un Dios que llama
y que utiliza quién
Él quiere. El
llamado de Dios no está condicionado a los prejuicios humanos. El llamado de
Dios no debe estar condicionado a los valores humanos y sí los valores humanos
a la llamada de Dios.
Tenemos tanto
la considerar muy cuidadosamente nuestros jóvenes no se puede porque son
jóvenes, en cuanto a nuestros viejos por las mismas razones en direcciones
opuestas. Vamos a orar para que nuestros
Posiciones de
revisión de los consejos que son prueba de ello. Vamos, orar nos preocupamos
cuando consideramos que llamamos la producción de nuestro viejo porque el
problema puede ser otro y en este caso estamos pecando incluso pensando en
hacer lo mejor.
Estas
recomendaciones son válidas para las iglesias locales y la iglesia institucional.
Necesitamos el Timoteos, pero también necesitamos la Abrons, de Moiseses y de
Arons.
La iglesia de
Cristo no puede entrar en el juego en el mundo post-moderno descartar cosas
especialmente sus pastores. La renovación vendrá naturalmente sin la necesidad
de este expediente. ¿Amén?
Reverendo Jesué Francisco da Silva