quinta-feira, 29 de janeiro de 2015

PALABRA PASTORAL ¿DEBE TENER EL TIEMPO EN LA IGLESIA? ¿EL VIEJO O EL NUEVO? -Génesis 2:4; I Tim. 4:12.







Queridos hermanos y hermanas hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre el tema por encima en la luz de la palabra de Dios. Sin entrar en debates teológicos y, por otro lado no usar los textos como pretextos para pensar en ellos. Normalmente tenemos en muchos casos incluso prejuicios ahora en relación con la gente joven, a veces en relación con la edad. A veces pensamos que los jóvenes no sirven porque no tienen experiencia, pero también encontramos que los ancianos no sirven porque has perdido su capacidad física y cognitiva. Es bueno decir que en ambos casos podemos estar equivocados. Yo creo que cuando evaluamos la capacidad de una persona por su edad cronológica no podemos dejarnos llevar por subjetividad y mucho menos para aspectos que consideramos ser correcto porque puede no ser los correctos. Así que la forma correcta es una evaluación de cada persona porque cada uno es cada uno y todos nosotros sabemos que la gente por muchas razones, no son iguales. Pero lo que ves son las evaluaciones subjetivas y superficiales y, en este caso a especialmente el viejo. Creemos que cada persona llega a cierta edad no sirven más simplemente por edad sin analizar la capacidad física y cognitiva de esta persona. No pongamos sobre la mesa y creemos que, él o ella es así o asado debido a su edad. Es posible que nos equivoquemos, porque otros factores pueden estar en el jusgamos o incluso algo que no tiene nada que ver con la otra. Vamos a ver la edad de Abram cuando llamado por Dios. Setenta y cinco años. Él no A
argumentó su edad y mucho menos Dios observó eso para llamarlo. Algo importante y digno de mención es que ni siquiera a esa edad cuando llamando a Abram Dios hace promesas diciendo entre otras cosas y que sería el padre de una gran nación. Y todo se cumplió totalmente. Otra cosa interesante es la historia de Moses y su hermano Aarón. Moses fue ochenta años y Arón ochenta y tres años de edad cuando fueron llamados a liberar al pueblo de la esclavitud en Egipto. ¿Por qué es eso? Porque Dios no mira según nuestros criterios de valores tan limitados y a menudo encuentran tan absoluta y decisiva. Dios necesita la experiencia de los viejos para conducir a su pueblo. Sin embargo hoy en día vivemos en un mundo donde todo es desechable tiene listo para renuncian a sus pastores a sesenta y cinco años de edad para entregar espacios para la juventud de la iglesia. Me gustaría decirte algo importante, fui a Seminario de preparación para el ministerio pastoral. En los campos que he aprendido que la vieja experiencia cuando se combina con la fuerza de los jóvenes se convierte en una potencia inigualable. ¿Y como lo he aprendido? Ahora, viendo y aprendiendo a domar bueyes. Si ponemos un torniquete por su cuenta en el arado o el carro el nuevo latía todo el día salta todo el día. Pero entonces si se colocar en un lado del yugo de un buey bastante viejo y el otro el garrote. Mientras que el garrote saltó el viejo buey parecía tranquilo y lo sujetaba. Al día siguiente el garrote menos saltó y fue pronto como manso como el viejo. ¿Qué fue eso? Vieja experiencia controlando la impetuosidad de la juventud. No hay ninguna necesidad de tener ideas preconcebidas. Dios necesita a ambos. En la iglesia siempre debemos observar este principio. Pablo ya estaba viejo y tiene confianza en el joven Timothy y no permitió que el mismo había despreciado su juventud. ¿Qué prejuicios? Esto conduce a la iglesia a perder mucho. Uso de la fuerza joven hermosa sin renunciar a la experiencia de nuestro viejo y vamos a ver cómo crece la iglesia de Cristo. Hoy me consideran viejo. Pero yo era joven y me doy cuenta que mi ministerio no está disminuido en absoluto. Al contrario ha crecido mucho. Casi todo y en todas las cosas yo tengo un poco de experiencia. La Biblia no muestra un Dios que hace esa distinción. Muestra un Dios que llama y que utiliza quién
Él quiere. El llamado de Dios no está condicionado a los prejuicios humanos. El llamado de Dios no debe estar condicionado a los valores humanos y sí los valores humanos a la llamada de Dios.
Tenemos tanto la considerar muy cuidadosamente nuestros jóvenes no se puede porque son jóvenes, en cuanto a nuestros viejos por las mismas razones en direcciones opuestas. Vamos a orar para que nuestros
Posiciones de revisión de los consejos que son prueba de ello. Vamos, orar nos preocupamos cuando consideramos que llamamos la producción de nuestro viejo porque el problema puede ser otro y en este caso estamos pecando incluso pensando en hacer lo mejor.
Estas recomendaciones son válidas para las iglesias locales y la iglesia institucional. Necesitamos el Timoteos, pero también necesitamos la Abrons, de Moiseses y de Arons.
La iglesia de Cristo no puede entrar en el juego en el mundo post-moderno descartar cosas especialmente sus pastores. La renovación vendrá naturalmente sin la necesidad de este expediente. ¿Amén?
Reverendo Jesué Francisco da Silva

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