quinta-feira, 12 de dezembro de 2013

¿Sabías que no es? (I Juan 5:14-17)


Entonces ver el siguiente mensaje.
Mis hermanos y mis hermanas, el martes pasado hablé en la iglesia de la investidura que Jesús dio a su iglesia para fundarla segundo Mt. 16. Hoy vamos a hablar de ello más adelante de un modo diferente. Vamos a empezar nuestra meditación de la pregunta planteada en el título de misma. Creo que muchos de nosotros no sabíamos que teníamos esa orientación de Jesús sobre la fuerza de nuestras peticiones. El texto sobre la mesa utiliza un pronombre indefinido: "algunos" para decir si le pedimos algo según su voluntad él nos oye. Primero tienes que saber que Dios nos oye según su voluntad. O sea: nuestras demandas tendrá que estar en el centro de la voluntad de Dios. Y eso es donde somos oídos (as). En segundo lugar es necesario estar seguro que él nos oye lo que pedimos. Para que podamos estar seguros que nos escuchó. Pedimos algo. Así que estamos seguros que nosotros seremos atendidos en orden. Creo que Jesús estaba pensado esto cuando dice que si oramos creyendo que hemos tenido así será para con nosotros. Hoy en día lo llaman toma posesión de la bendición. Y es incluso. En la mayoría de las veces oramos, pero no estamos seguros que nosotros vamos recibir lo que pedimos. El texto insta a que estemos a salvo ya que sabemos que él (Dios) nos oye. El verbo saber aquí tiene un significado muy profundo, como indica que somos conscientes de la derecha, de todos modos esto es seguro. Tenemos que estar determinados a orar, que será la forma en que pedimos en oración al señor. Salmo 37 dice: " entrega tu camino al señor. Confía en él y lo más él hará ". Generalmente pedimos, pero no confiamos. Así las cosas no ocurren. Mi hermano o mi hermana, si usted hizo una petición al señor tengan confianza porque realmente va a suceder. Sin embargo conviene que va a suceder según la voluntad de Dios. ¿Cómo han sido nuestras oraciones? Han sido confiados. Si tienen entonces nosotros podremos quedarnos tranquilos porque recibimos las peticiones que hemos hecho al señor. Pero lo que realmente me llamó la atención en el texto fue el hecho que pedimos perdón por los pecados de otros si los pecados no son para muerte. Porque hay pecados para la muerte y por esto el texto dice que no debemos orar.

Pero, ¿qué haría estos pecados hasta la muerte? Estamos en un punto muerto. La Biblia dice que para todo tipo de pecados hay perdón y que sólo para la blasfemia contra el Espíritu Santo no hay ningún perdón. En este caso los pecados, porque son plurales, por muerte sería una blasfemia contra el Espíritu Santo. Hice una búsqueda sobre lo que podría ser blasfemia contra el Espíritu Santo y vi que se va a asignar al diablo un acto de Dios. En otras palabras: es Dios quien está hablando o haciendo y la persona dice que es el diablo. Esta seria blasfemia contra el Espíritu Santo. En realidad el contexto donde Jesús nos da ese discurso es el momento en que usted está siendo llamado Belcebú (jefe malvado) según el judaísmo. Algunas personas piensan que es sólo el diablo. Pero Belcebú y el malo son la misma cosa. En inglés esta expresión está significando gravemente o diablo. En latín malum. Por supuesto que puede considerarse también como diablo es la personificación del malo. Pero no me gustaría de hacer teología y filosofar sobre esto pero hacer claro lo que sería este pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo. Sin cualquier duda es para esto tipo de pecado que no Debemos orar. Pero para otros tipos. Esa es una cosa fantástica! Una persona sufre y usted y yo podemos interceder en su favor y esa persona recibe perdón. ¿Sabías? Eso fue el motivo de mi pregunta en el título de esta meditación. Podremos pedir perdón por los demás y sobre todo por los pecados de nuestra iglesia, que son muchos durante estos años noventa y siete. Todavía podemos pedir perdón para trabajos especiales que vemos cometer pecados individualmente contra la iglesia, contra otros o contra los pastores que pasaron o pasan por aquí. Dios nos perdone y nos ayude a la cambiar nuestra suerte y vamos a ser una gran iglesia bendecida por Dios. Amén.

Reverendo Jesué Francisco da Silva.

Nenhum comentário: