Mis hermanos y mis hermanas hoy que me gustaría reflexionar contigo una vez más sobre la comunión, aunque desde un ángulo diferente.
Vamos a ver el asunto desde el punto de vista de
estar juntos. En nuestro idioma no aparece la palabra juntos, pero hay una versión
en inglés que utiliza la palabra que es bueno vivir juntos los hermanos. Esa es
la pregunta. Vivir juntos. Pero ¿qué vivir juntos? ¿Sólo sería cerca uno del
otro físicamente? Por supuesto que no. Estar juntos puede ser conforme a los
demás. Probablemente has visto gente nunca de acuerdo con nada y a nadie. En
realidad estas personas viven alrededor de sí mismos. Sólo lo que piensan y
hacen, en sus mentes es la correcta. ¿Qué otras personas pensar o hacer es
cuestionable para ellos. Estoy seguro de que te has dado cuenta que vivir con
personas así es muy difícil. Se pregunta a la gente todo el tiempo pero no
admite ser cuestionado por qué asumir que siempre tienen razón en todo. En un
sentido es similar a lo que dije en la anterior edición de este boletín sobre
el egoísmo que termina hacia el egocentrismo. Es decir, la persona vive sólo en
sí mismo y para sí mismo. Los demás no importan.
De ahí que el salmista dice que es bueno y precioso
vivir Unidos (juntos) los hermanos.
¿Imaginan un grupo de personas cada uno con una posición distinta en un solo
tema? Hablo de esas preguntas que tienen sólo una respuesta correcta. ¿Cómo
quedarse con el grupo donde cada uno tiene una respuesta e insiste en decir que
su respuesta es la única respuesta correcta? Que los demás son cuestionables.
Pero para traerlo a la iglesia por desgracia en
muchos casos no es diferente. Conocí a un pastor que siempre contaba la
historia de una iglesia donde que él había pasado que nunca lograron pintar el
púlpito de un color más alegre. Pero lo curioso es que todo el mundo quería
pintar el púlpito. Pero todas las veces se sentó para planificar cada uno
quería pintar de un color y no lo admitió otro color distinto. Nadie abrió mano
del color llevando en la cabeza y cada uno al otro a aceptar su color todas las
reuniones terminaron en peleas y el púlpito no fue pintado nunca cualquier
color deseado. ¿Te das cuenta de cómo la falta de unidad conduce al desastre?
En la iglesia nosotros somos un grupo. Ahora, es natural que cada persona que
compone el grupo tenga pensamientos y posiciones diferentes en las cosas. ¿Debe
ser fea y sentarse juntos y discutir una buena ideas. De esta discusión debe
salir un denominador común. Es decir, algo que al mismo tiempo es bueno para
todo el mundo. Es una cosa que todos están de acuerdo. Hermanos y hermanas es
estar juntos los hermanos todos como el salmista nos dice. Y me pregunto: ¿eso
haría la diferencia en nuestras iglesias?
Mi llamamiento a todos y todas es para nosotros
realmente vivir juntos como iglesia de Cristo que somos y como tales somos un
cuerpo. Amén.
Reverendo Jesué Francisco
da Silva.
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